miércoles, 23 de junio de 2010

8. Algunos ejemplos de técnicas específicas para el tratamiento de imágenes de belleza (Parte 3).

8-3. Alteración del brillo y color de ojos.

Para aclarar, incrementar el brillo y/o cambiar el color de los ojos, podemos trabajar de forma similar al caso anterior (mejora del brillo y blancura en dientes). De nuevo trabajaremos en una capa nueva (consejo habitual para todas las tareas de retoque). Así, cuando finalicemos, podremos regular la opacidad para el que efecto sea tan irreal o tan natural como queramos.

1- Empezaremos por visualizar al 100% el área de trabajo.
 

2- Seleccionaremos la herramienta “Sobreexponer”.


3- Duplicamos la capa y seleccionamos una exposición con un nivel bajo para la herramienta “Sobreexponer”.


Como podemos ver en la ilustración, para este caso concreto se ha seleccionado 17%. Es preferible trabajar con niveles bajos y reinsistir con la herramienta "sobreexponer", puesto que esa reinsistencia en la misma área ofrecerá un resultado más homogéneo.

4- Seleccionamos un pincel con diámetro adecuado para poder movernos libremente por la zona blanca alrededor del iris. Desplazaremos la herramienta "Sobreexponer", sobre la zona y veremos cómo se aclara progresivamente.
 

5- Si nuestra pretensión es aclarar también el iris, precederemos del mismo modo por la zona coloreada del iris. Es aconsejable tener precaución en este punto, para no actuar sobre la zona oscura que delimita el iris, ni por la pupila (ambas son más oscuras y generalmente ofrecen un aspecto más natural manteniendo su oscuridad).

Si por la disposición del ojo en la imagen, encuadre, punto de vista, etc. no pudiésemos evitar afectar a estas zonas oscuras con la herramienta sobreexponer, podríamos recuperar su oscuridad posteriormente con la herramienta “Subexponer” (se encuentra en la misma ubicación). Podemos ver a continuación el iris aclarado.
 

En esta fase del proceso podemos excedernos mínimamente, puesto que al final podremos reducir la opacidad de esta capa (atenuando el efecto), para ajustar el resultado final y darle un aspecto más natural.

Deberemos valorar continuamente la relación entre el iris y la zona blanca circundante, para que ambas mantengan un equilibrio. Puesto que estamos trabajando para ambos en la misma capa, el valor final de opacidad afectará a los dos del mismo modo. Si lo preferimos, podemos trabajar para cada uno en capas distintas y ajustar los valores de opacidad individualmente para cada uno de ellos.

6- Si quisiésemos modificar el color del ojo, en este punto podemos seleccionar el iris, aislándolo del resto del ojo (la herramienta a utilizar puede ser, por ejemplo, el "lazo poligonal"). Si no pretendemos modificar el color del iris, podemos pasar directamente al punto 8 de este proceso.

En la ilustración siguiente tenemos el iris seleccionado.
 
 
7- Siguiendo con el procedimiento para cambiar el color del iris, damos “calado” a la selección (menú: Selección / Perfeccionar borde). El calado dependerá directamente del tamaño en píxels de la selección; podemos empezar con un calado 4.

Accederemos a la herramienta “Tono / Saturación” (menú: Imagen / Ajustes / Tono/saturación). Mediante el valor de "Tono" podemos modificar el color; mediante la "Saturación" la intensidad de éste y mediante la "Luminosidad" el nivel de brillo. En muchas ocasiones, “Saturación” funciona bien sólo con cambios mínimos y “Luminosidad” puede ofrecer fácilmente un aspecto demasiado artificial.

En la siguiente imagen podemos ver el resultado de cambiar el "Tono" hacia el verde con un incremento mínimo de "Saturación".
 

8- Tras confirmar y "deseleccionar" (menú: "Selección / Deseleccionar"), podemos ajustar la "opacidad" de la capa nueva hasta que, su fusión con la capa inferior, ofrezca el aspecto deseado.

Las dos ilustraciones siguientes muestran la comparativa entre el resultado y la imagen original:

- Imagen superior: el resultado de reducir la opacidad a un 64%, tras haber aclarado el ojo (sin modificar su color).

- Imagen inferior: imagen original en la toma.
 


 
 
Próximo capítulo:

jueves, 10 de junio de 2010

8. Algunos ejemplos de técnicas específicas para el tratamiento de imágenes de belleza (Parte 2).

8.2- Mejora del brillo y blancura en dientes.

En la mayoría de ocasiones, las dentaduras se alejarán del ideal blanco por diversas razones: poseer una tonalidad propia, tener marcas de carmín que pasaron desapercibidas durante la sesión, estar mínimamente en sombra, etc.

Para lograr una blancura natural, trabajaremos en una capa nueva. Suele ser muy recomendable trabajar en una capa nueva, por múltiples razones. Entre otras:
- Permite comparar rápidamente y de forma contínua, los resultados de nuestra manipulación con el original (más rápido que empleando el historial).
- Facilita eliminar la manipulación de forma sencilla, si no nos gustase el resultado final, fuese incorrecto, etc.
- Cuando finalicemos, podremos regular la opacidad para que el efecto sea tan irreal o tan natural como queramos.

Obviamente y como ya he comentado en más de una ocasión, éste es un método rápido, sencillo y efectivo para realizar la tarea a la que se dedica este artículo. Pero no es más que un método... hay muchas más formas de lograr lo mismo. Lo aconsejable es experimentar, intentar alternativas y personalizar el proceso de trabajo de forma que nos resulte lo más efectivo posible para nuestro trabajo concreto.

Los programas de retoque fotográfico tiene muchas herramientas, con muchas posibilidades. Procurar abstraer los principios generales que nos llevan a lograr determinados efectos, mediante diversos métodos, nos permitirán obtener un mayor conocimiento de las utilidades en cada programa, crear nuevos métodos para lograr aquello que queramos (nuestros propios métodos) e incluso, entrever sus limitaciones.

Empecemos con uno de los métodos posibles para mejorar el aspecto de los dientes en fotografía.
1- Empezaremos por visualizar al 100% el área de trabajo y duplicar la capa.
 
 

2- Con la herramienta ”Lazo” (para estos casos, resulta especialmente útil el lazo poligonal), seleccionamos la dentadura, separándola de encías y labios.


3- Invertimos la selección y “Calamos” (menú: Selección / Perfeccionar borde). Los valores que aparecen en la ilustración siguiente pueden ser un buen punto de partida. Especialmente el calado, dependerá directamente del tamaño en píxels de la zona seleccionada.

 

4- Borramos la zona seleccionada (en este caso, toda la imagen excepto la dentadura) y "deseleccionamos" (menú: Selección / Deseleccionar).

Obtenemos así, una capa en la que solamente aparecen los dientes. De este forma podremos aplicar modificaciones generales a toda la capa, puesto que la capa actual está formada exclusivamente, como veíamos, por la dentadura. Podemos verlo en la siguiente ilustración.
 

5- Accedemos a la herramienta "Tono / Saturación" (menú: Imagen / Ajustes / Tono/saturación).

Puesto que buscamos obtener una dentadura blanca, en ella debería estar ausente cualquier tono de color. Para ello, reduciremos la saturación a cero. Obtendremos así una traducción a escala de grises, de las diversas tonalidades de la imagen. Las diferencias de luminosidades se mostrarán ahora como diversas densidades neutras (grises).

Podemos ver a continuación el resultado.
 

Si queremos aumentar el brillo (es aconsejable), podemos hacerlo mediante el valor ”Luminosidad” del mismo cuadro de diálogo ("Tono / Saturación").


6- Sólo nos resta regular la opacidad de la capa en la que hemos trabajado, a nuestro gusto, para que el resultado final tenga un aspecto natural.


En la siguiente ilustración podemos ver una comparativa entre ambas dentaduras antes y después del “blanqueo”.


NOTA: En el caso de que la dentadura muestre zonas de mayor oscuridad (manchas de carmín, manchas en los dientes, etc.) podremos utilizar las herramientas "Tampón de clonar" y "Pincel corrector" para homogeneizar el tono y eliminar las imperfecciones.